(Resiliencia: «capacidad que tiene una persona o un grupo de recuperarse frente a la adversidad para seguir proyectando el futuro»)
Produciendo miles de plantas
A través de la propagación por semillas y por esquejes, cada mes se producen miles de plantines, con especies aptas para resistir las condiciones de la isla, como el aito, la albizia y el oro pakai, pero también especies nativas, como el mako’i y el marikuru.
Plantando más de 100.000 árboles
Por medio de cuadrillas y junto a grupos de voluntarios, los árboles producidos son plantados en las áreas más necesitadas de reforestación como sitios erosionados o con riesgo de erosión, así como terrenos dañados por los incendios forestales intencionales.
Controlando la erosión y las cárcavas
Existen más de 500 hectáreas con erosión severa en la isla y otras cientos de hectáreas con diversos grados de erosión, todas las cuales requieren urgentes trabajos de contención y recuperación, para evitar que nuestra tierra se siga degradando y perdiendo en el mar.
Motivando la participación por diversas plataformas
Creamos el «Consejo Consultivo» del programa de cambio climático, y por medio de otras alianzas, mesas de trabajo y conversatorios abiertos estimularemos el diálogo sobre la urgencia de adaptarnos al cambio climático.
Educando y difundiendo de forma intensiva
Por medio de talleres dirigidos a los jóvenes, así como de recursos audiovisuales preparados especialmente para el desafío de adaptarnos al cambio climático ayudamos a poner las bases para construir una comunidad resiliente.
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