reforestar para la adaptación
Según diversas investigaciones e instituciones internacionales vinculadas a la gestión del cambio climático, la plantación de árboles es la forma más eficaz de combatir este fenómeno y se considera que la reforestación es hasta diez veces más eficaz que la siguiente mejor solución para el cambio climático.
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Además, la forestación en general tiene costos relativamente bajos, escasos riesgos o efectos potencialmente negativos y un abanico de ventajas en diversos ámbitos. Por supuesto, esto no tiene que ver solamente con los bien conocidos efectos de la plantación de árboles para la mitigación del cambio climático, sino también con la adaptación a las consecuencias de dicho fenómeno.
En el caso de los territorios insulares pequeños, como Isla de Pascua, debido a la escasa superficie los beneficios de la forestación en términos de mitigación son marginales en la escala regional y global, pero no necesariamente cuando se toma en cuenta el aporte de dióxido de carbono de la isla al planeta y no cuando se los considera en proporción a la superficie del territorio.
Pero más importante aún, en el contexto del desarrollo económico y social de la población, la forestación tiene numerosos beneficios en las estrategias de adaptación al cambio climático, y sobre todo tratándose de territorios insulares de pequeña superficie asociados a comunidades originarias de limitada población y una serie de vulnerabilidades.
Una inversión a largo plazo
Por eso, la presente iniciativa representa una acción de confianza de primera línea para Isla de Pascua, cuyas condiciones de vulnerabilidad están ampliamente documentadas y hasta se las ha llegado a considerar ilustrativas de los extremos de degradación ecológica que pueden alcanzar las sociedades.
Este programa se construye sobre la base de diversas experiencias locales en materia de forestación, arborización y restauración ecológica desarrolladas en la isla durante los últimos 10 años y propone de manera ejecutiva una serie de actividades destinadas a utilizar la reforestación como una herramienta práctica, económica y eficiente en la adaptación al cambio climático, así como también en la mitigación de este. El programa se sustenta principalmente en estos dos puilares: reforestación y educación.
Diversos estudios han calificado la situación general de Isla de Pascua como una «pradera degradada», debido a la pérdida de su cubierta vegetal original, el desarrollo de procesos de erosión y la expansión de especies invasoras. Se estima que más de dos tercios de la superficie isleña adolecen de algún grado de erosión, mientras que las especies identificadas como invasoras se estiman en al menos unas 36, varias de ellas extremadamente agresivas.
En este contexto, la provincia presenta una necesidad urgente de proteger sus recursos naturales y mitigar estos impactos, sobre todo considerando el escenario de cambio climático, que notoriamente se ha hecho presente en Rapa Nui desde hace algunos años. De esta forma la reforestación aspira a mejorar la protección de los suelos a través de árboles que a medida que se desarrollen servirán como cortinas cortavientos y cortafuegos, cercos vivos, compuestos de diversas especies.
Una reforestación con múltiples proyecciones
En un territorio donde el viento es permanente y un importante factor que hace que los suelos pierdan humedad y dañe las plantas, la reforestación ayudará a mejorar las condiciones para el desarrollo futuro de la actividad agroforestal, un ámbito que puede ser de crucial relevancia para la economía de la isla a medida que se avanza en la adaptación al cambio climático.
La reforestación también es una manera de desincentivar los incendios forestales intencionales y que los parceleros ayuden a crear conciencia sobre la urgencia de frenar la práctica de quemar las praderas, muy arraigada en la isla y que tanto daño hace al suelo. La preocupación por la sequía y el cambio climático se siente en la isla y esto ha ayudado a que las personas hoy día estén más permeables a asumir estos desafíos.
Adicionalmente, la reforestación cumple un papel estratégico en ayudar a iniciar e impulsar el proceso de adaptación al cambio climático en Rapa Nui, en esta etapa en que la isla aun no ha desarrollado un plan de adaptación, ya que se trata de una acción muy visible, tangible, participativa y con beneficios en diversos aspectos. Junto a los esfuerzos del programa en educación y difusión, la reforestación masiva de la isla durante el periodo 2023-2024 entregará una señal potente para instalar en la provincia la adaptación al cambio climático.