Ecosistema presionado al extremo
Rapa Nui, una de las islas más aisladas del mundo en medio del océano, enfrenta desafíos únicos debido a su ubicación remota. Este aislamiento y su situación biogeográfica condicionan la existencia y preservación de sus recursos naturales. Investigaciones científicas han revelado pruebas de bosques extintos y cambios notorios en el entorno natural de la isla a lo largo de miles de años, especialmente después de la colonización humana.
La isla enfrenta presiones constantes sobre sus recursos naturales, con degradación de ecosistemas, gestión inadecuada de residuos y explotación no controlada del acuífero que suministra el agua potable para la población, entre otros. Estos problemas se intensifican debido al cambio climático, el notorio crecimiento poblacional y el aumento sin control del turismo.
Las precipitaciones anuales son claves para definir el clima en Rapa Nui. A pesar de la disminución constante de las lluvias en la última década, con un récord de año seco el 2022, el consumo de agua ha seguido aumentando para diversas aplicaciones. Existen preocupaciones no solo por la disponibilidad de agua en los próximos años, sino especialmente por la calidad de la misma, es decir, su potabilidad o aptitud para el consumo humano.